domingo, 4 de mayo de 2014

Subida a la Cruz de Benidorm (04-05-14)

“La cumbre más alta”. Después de fallar a las dos primeras ediciones de la Subida a la Cruz de Benidorm, este año tocaba cumplir y “sufrir” como dios manda en la ascensión más escarpada de mi ciudad. Como siempre, correr en casa es un placer, por mucho que se sufra…Pese a que no llevo un ritmo regular de entrenamientos, las últimas carreras (sobretodo el 20k de Siete Aguas), me han curtido en las rampas más exigentes, así que esperaba que mis piernas respondiesen. El recorrido en esta edición se alargaba hasta los 10k, consistente en salida desde el ayuntamiento, recorrer entera la Playa de Poniente para iniciar una durísima en interminable ascensión hasta la cruz, para luego bajar y volver prácticamente por el mismo recorrido hasta la meta. Antes de la salida, me encontré con compañeros del CAB y conocidos que también se embarcaban en esta batalla. La mañana era soleada, ideal para correr, con buen ambiente de corredores aunque escaso de público. La estrategia era conservar en el recorrido por la playa hasta el inicio de la subida, y una vez allí, subir con calma y con cabeza, dejando algo de reserva para la vuelta. A las 10:00 se dio la salida, y la masa salió disparada, como si fuese una carrera de 5k. Madre mía, qué ritmo! El primer Km lo pasé en 4:00 m/km, y aún me adelantaban corredores! Empecé a bajar el ritmo hasta rodar cómodo pero sin dejarme llevar mucho, y continuaba quedándome rezagado...pero esta gente no sabe que tenemos que subir hasta la cruz?, me iba preguntando a mí mismo. Menudo ritmo llevaban; empecé a dudar si era yo el que estaba conservando demasiado. Poco a poco el grupo que me precedía empezó a estabilizarse y a mantenerse, y casi sin darnos cuenta, llegamos a la primera de las rampas: desde ahí hasta arriba, 2km seguidos sin parar. En estas primeras cuestas alcancé a la mayoría de los corredores que me habían adelantado en la playa, lo que me dio moral para la subida. Poco a poco, las cuestas se iban endureciendo, primero serpenteando entre viviendas y apartamentos, y poco a poco, adentrándonos en la Serra Gelada, con los acantilados cono escenario. El último Km de ascensión se me hizo eterno, concentrado totalmente en mantener el ritmo, y en no desanimarme y venirme abajo, sin reparar en más objetivos que el asfalto que tenía tres metros por delante. Pese al sufrimiento, mis sensaciones eran buenas ya que no iba a límite, y notaba que tenía fuerzas para la vuelta. A pocos metros para llegar al “llano” en la cima, me crucé con la cabeza de carrera (mi compañero del CAB Rubén, que iba pulverizado la carrera como si subir hubiese sido fácil...). Ya en la cima tras unos metros de falso llano y con unas vistas espectaculares de Benidorm, el avituallamiento que me vino de perlas!! Giramos 180º, y sin tiempo para recuperar, me lancé en picado por las mismas rampas que hacía unos minutos me habían puesto a prueba. Muy buenas sensaciones también en la bajada, mejor de las esperadas, hasta conectar de nuevo con la playa donde iba a estar la prueba de fuego: si de verdad había reservado bien y podía mantenerme los últimos 2km's, o por el contrario se me iban a hacer eternos y me hundiría. La estrategia era apretar desde el principio, aprovechando al máximo las buenas sensaciones. Y con esa propuesta recorrí toda la playa, con ritmos entre 4:15-25 m/Km durante todo el recorrido, y con muy buenas sensaciones, que me permitieron incluso adelantar a varios corredores. Últimos giros para enfilar en dirección a la plaza del Ayuntamiento, donde nos esperaba la ultima rampita, que no era nada en comparación con las “paredes” que habíamos escalado. Ahora sí, con algo más de ambiente, y con muy buenas sensaciones, la meta esperaba. Tiempo oficial: 46:29 Puesto de llegada: 39 de la general. 10 de mi categoría (162 corredores llegados a meta) Tras la meta, buen avituallamiento (coca cola, agua, zumos y fruta) y la bolsa del corredor, con el clásico caldo Aneto de las carreras organizadas por Brotons, una revista runner, lata de Burn y una bolsa-mochila. En cuanto a la carrera, totalmente recomendable si te gustan los reto, la superación y algo diferente. Eso sí, hay que venir con ganas de sufrir. Pese a todo, buenas sensaciones para una carrera tan dura, y también muy buen tiempo, mejor de lo esperado, aunque a estas alturas, uno siempre quiere más, incluso más de lo que puede